La vida, y quizás la otra vida
No dejare de hacer versos.
Tú seguirás bajo esa luna de rutina diaria.
Y yo, casualmente encontrare como cada mormullo de soplo de viento.
Tu sonrisa llena claridad.
En la vida caerán como hojas secas de las ramas de los árboles
Los días milenarios del tiempo.
Solo espero que no caiga nunca de ese árbol
Que deja tu sombra creciente de recuerdos.
Y pasara la vida y cada primavera renacerá las rosas,
Y repentinamente cual curiosa mariposa,
Viajaras tranquila por el ausente sonoro del tiempo.
Desplegando tus alas.
Paseando por el tiempo.
Ocupando en el espacio la imagen decorosa de una flor
Siendo en ellas
La más bella de todas
Y a la vez la más frágil.
La alegría de dios en el amanecer.
La chispa inoportuna que aparece
Y el ángel de la naturaleza
Siempre deseosa e inquietante.
Donde te encontraras por la noche
Cuando el sol apague el cielo
Y aparezca la noche
Cobijado de oscuridad tú campo
¿Donde?
Mi mas apreciable mariposa…
Perdida.