La ciencia dice: "Datos que respaldan la necesidad de una dosis de refuerzo
Los estudios demuestran que después de vacunarse contra el COVID-19, la protección contra el virus y la capacidad de prevenir la infección por las variantes del virus podrían reducirse con el tiempo y debido a los cambios en las variantes."
En este mundo de la inmediatez, queremos todo peladito y en la boca. Tenemos un vasto catálogo de información basado en datos que otros en vete a saber donde, dictan que las vacunas no sirven y que al momento de ser vacunados el chip para controlar tu mente ya es real. Desde la frecuencia maldita 5G hasta el mismo COVID demeritando su contagio.
Lo fácil es que nos compartan la información y que la sugestión nos haga valientes para decidir no vacunarnos. O quizá estamos en la disyuntiva pensando en que no será necesario para nuestra vida diaria porque gobierno dice que no es obligatorio que nos pidan documentos de vacunación.
O quizá, la vacuna va estar ahí cuando decidas y llegues exigiendo por derecho propio una vacuna antes que otros.
Y así nos vamos con tantos ejemplos de los que nos llevan a no vacunarse. El único ejemplo de lo que soy presente y del que puedo decir firmemente que en su oportuno momento pudo servir, fue evitar la muerte. Un familiar falleció por no hacer más que seguir con su orgullo y con el mismo murió y la consecuencia fue por Covid.
Lo que se viene a futuro será ver más personas falleciendo y el amplio problema burocrático. Porque cada País como ciudad se rige bajo sus condiciones. Y lo que diga Gobierno es diferente a lo real que sucede en cada estado. Se están cambiando las condiciones laborales como cualquier otra actividad. Las personas que sigan una estrategia o cumplan el orden del sistema seguirán participando en la sociedad y las que no, tendrán el problema cada vez más difícil de resolver.
Entonces, pertenecer y seguir participando en esta “sociedad” nos rige seguir en la norma de vacunarnos, suena obligatorio, pero lo real nos obliga hacerlo.
Nos falta la moda de las publicaciones en redes sociales, estos tantos que salieron al principio de pandemia sacándose fotos y dejando un legado de orgullo por hacer una acción muy importante de su vida.
Nos falta entender más que la ignorancia mezclada con emociones nos lleva actuar sin razonar y podemos ser como aquel que cruzó la avenida en diagonal sin voltear a ambos lados.
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