Cada vez es m谩s dif铆cil saberlo.
Te despiertas, revisas el celular, haces scroll como zombi, comes lo mismo, trabajas en lo mismo, finges emociones por default... y repites. D铆a tras d铆a. ¿Realidad? ¿O una app mal optimizada corriendo en bucle?
Quiz谩 no vivimos en una simulaci贸n, pero s铆 actuamos como si rog谩ramos por una:
Inteligencias artificiales que piensan m谩s que nosotros.
Avatares que nos representan mejor que nuestra propia cara.
Mundos virtuales donde somos dioses, mientras en el mundo real... no podemos ni con el WiFi.
A este paso, el verdadero apocalipsis no ser谩 con fuego ni meteoritos... ser谩 cuando nos demos cuenta de que preferimos una realidad programada que no duela, a una vida real que no entendemos.
As铆 que s铆...
Tal vez no estamos dentro de una simulaci贸n.
Pero estamos haciendo fila para entrar.