En Macedonia -
Un apicultor cansado de que un oso le robara su preciada miel intentó todo para disuadirlo.
Música fuerte, muñecos humanoides, pero el oso siguió afectándole la cosecha.
El hombre fue ante un juez y este declaró culpable al oso.
Como el oso no se presentó ante la justicia la indemnización para el granjero correrá por parte del estado macedonio.
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