lunes, 25 de mayo de 2009

Una vaca en el camino

-¿¡Qué fue!? –pregunta Jaime, asustado por el golpe. -Una piiinche vaca –respondió temblando por la impresión del impacto. -¿Vaca? -Animal cuadrúpedo mamífero… - Decía Carlos desde el asiento trasero- -Si ya sé, una vaca. ¿Pero qué vienes dormido o cómo no la viste? – me caga Jaime. -Vertebrado, astado… -Ponte a manejar tú, a ver si es tan fácil. -Si le pusieras atención a la carretera… -Vivíparo, doméstico… -¡Se atravesó de repente, yo qué culpa tengo! -Como la vez que se te atravesó un árbol, ¿te acuerdas? -Forrado de cuero blanco con manchas negras… -Ya cállate. Les dije, pero no. Necios, marrearon con que vámonos a manzanillo ahorita. ¿Ahorita? Están locos, a qué vamos. Tú dale, nosotros ponemos el gas. Déjenme adivinar, y yo soy el conductor designado, ¿no?, a huevo, mí estimado, sonríe Jaime, y le da un trago largo a la cerveza. -A ver, ya pues, bájense, vamos a desatascar esta cosa. -Atáscate esta –alburea a Jaime. -Mugiente, rumiante… -¿Otra vez…? No jodan, en serio, ayúdenme a mover la vaca. -Nel, mi puerta no se puede abrir, se atoró con el madrazo. -¿Sabías que es incorrecto decir que algo escribe con “v” de vaca? También existe “baca”, con “b” –filosofa Carlos, interrumpiendo finalmente su enumeración de atributos de la vaca. -Ya, hombre, ayuden, no sean gachos. -Naaa… Vaaaamonos, cantó Carlos cerrando con un portazo. Lo dicho, no es fácil convivir con borrachos, especialmente cuando son tan alegres como estos. No dejaron de cantar en todo el camino, mezclando a José Alfredo y Chente con Caifanes y The Doors. Pero también yo, cómo se me ocurre llevarlos a Manzanillo a estas horas y en estas condiciones. -Tanto peca el que mata a la vaca… -Como el que le agarra la pata. -Como el que lo atropella. -Como el que va borracho en el mismo camino. -Como el que la quiere desatar. -Como el que no metió el freno a tiempo. -Hey, no se claven, bájense a empujar… Pobre vaca, todavía esta calentita, pero ni chance ya de nada. El golpe estuvo duro. ¿Saldrá muy caro un animal de estos? Un litro de leche cuesta, qué ¿$11.00 pesos? Cómo pesa, la maldita… En la india me lincharían por esto, seguro. Y pensar que allá no se las comen. Estos dos mendigos andan hasta atrás. Pero van a ver mañana, cuando despierten bien crudos, a media carretera y con el carro hecho mierda. -Qué onda, ¿arranca o no? -¿No estas viendo, wey? El cofre está aplastado, ni siquiera jala la marcha al darle la llave, ya valimos – respondo, pesimismo en pleno. -Tranquilízate, mi buen. Mejor échate una chela. Mira. Agarra la del Jaime, ya se quedó dormido, aprovecha. -Ya ni la friegan. A medio camino, el carro inservible, y ustedes como si nada. -Relax, compañero, o como decía Kaliman, serenidad y paciencia… -Es que no es justo, pinche Carlos. -Ya, pues, ya. Carlos ya se durmió. Aventé por la ventanilla las últimas cervezas lo más lejos posible. En fin. Creo que me voy a dormir yo también, faltan unas cuatro horas para que amanezca. Habrá que conseguir una grúa, me va a salir carísimo. Me van a matar cuando sepan de lo que pasó. A ver si la aseguradora contempla un apartado de “colisiones con semovientes”. Creo que no estamos tan lejos de Manzanillo ya. Veremos. Total, mañana será otro día.

poner aqui comentarios

0 Comments :

Publicar un comentario

Comparte