¡Camioñeros!


Aquí le mando un ¡¡chingue a su “·m,f,”·$”%$%!! al camionero que me hizo pasar por actos de acción emocional del tipo SPEED (Máxima Velocidad). 
 
El detalle fue que el muy hijo de la mendiga se le hizo tarde checar su tarjeta en su zona por andar a paso de tortuga, haciendo que nuestro azúcar subiera al por mayor de emociones por ver el como no se detenía a una velocidad del tipo NASCAR entre las calles, evadiendo autos, puestos callejeros y alguno que otro peatón. 

Nos agarramos hasta con las uñas de los pies en los asientos y nos encomendamos al santo loveo, santa ulálea y de paso al niño elefante.
 
Cuando llegamos al destino final, todos nos quejamos del mal servicio que prestan estos camiones, pero para ellos creo que ni les importa por que a fin de cuentas no les hacen nada y seguirán haciendo lo que siempre hacen, impunidad e impunidad. 
 
Yo me quejé a la dirección de transporte tomándome la mayoría de mis datos no sé si por que vendrán a golpearme por metiche o por que me darán un buen regalo por denunciar a esta gente, el chiste es de que el camionero sigue manejando el transporte populachero y me imagino que andará haciendo de las mismas, por que es como el dicho: 

“perro que come huevo, ni a palos se lo quitas”.

CCDH


Seguramente a más de uno ya para estos momentos el tema de la crisis le resultara superfluo que algunos changos parados en un comal. 

Que el dólar sigue valiendo mas que un kilo de frijoles y que el agua se está acabando. 
 
Cosas como: El evitar dejar las llaves del carro adentro del mismo, saturarse de intereses en las tarjetas, que la tortilla esta bien pinchi-cara, y pagar por ahí de a pagos chiquititos; olvidarse que el mundo se va acabar, en fin, un montón de cosas que la vida nos lleva y nos trae al por mayor. 
 
Hoy lo que está en boca de todos es esta enfermedad psicótica que nos lleva cada día a la incertidumbre de no ver mas que por alguna ventana. Estar con el Jesús en la boca, y escuchar como día con día, cada vez resulta mas difícil (que de por si ya lo era) ya eh visto alguno por ahí tomando esto como una forma tan dramática, al grado de no hablar y dejar que los nervios de la sin razón caiga y lo engañen convirtiéndole en piñata de todos. 

Está bien informarnos de lo que pasa a cada día, pero también sabemos cuando parar, cuando es verdad y cuando es mentira. Lo colectivo en malas bocas resulta ser más dañino al grado de convertir esto en un caos de desinformación y oportunismo de otros. 

Y la locura de esto es tan enferma como la misma enfermedad. Si usted esta en su casa, distráigase con algo, platique con su familia, piense en otra cosa, saque la lotería llena de arañas y apueste hasta lavar el baño. 

Póngase hacer locuras con lagartijas domándolas o ya de plano si de verdad es atrevido, póngase a lavar sus chones (en caso de que sea hombre) haga labores hogareñas y crea que son inversiones de tiempo para convertir de su hogar aquel espacio tranquilo y placentero que lo espera diario después de trabajar. 

La verdad de este asunto, no sé en que termine, el futuro es tan incierto en ocasiones que ya ni es bueno mirar para atrás, dejar que los medios y las noticias no invadan cada vez con estas cosas puede llegar al grado de dolernos la choya y mortificarnos tanto y sentirnos enfermos. 

Pero si les aseguro que saldremos a plomo como todo buen Mexicano del chiste: 

Bien parado a cada asunto.

¡Si señor!


Pd: lo de los puerquitos es sobre una manifestación que por ahí proclamaron por la friega que les pusieron de echarles la culpa de la dicha enfermedad.