¿Qué Tal Fernanda?

Ayer escuchando el programa que pasan por las mañanas por la estación de radio llamada Imagen, en un programa de nombre “Qué tal Fernanda” escuche algo que me llamo la atención sobre la critica que se hacia ante los abusos de los niños que trabajan a menor edad. Y lo que escuche no me convenció del todo ante la situación que nos precede a muchos que vivimos en un estado menor al de ellos.

Este tipo de programa se enfoca al estatus de la sociedad media, llenándose con ideas que lo bonito y barato es lo mejor.

La idea de un buen principio y el enfoque de lo correcto, es el ejemplo de ser un humano excelente y sin ninguna preocupación. Hablar y llenándose de ideas es fácil decir, y así como la realidad siempre nos gana, pues no hay más que seguir después de apagar ese radio y seguir llevando esta vida.

Esta misma realidad que nos muestra a diario la gente que esta en situaciones y condiciones todavía mas fregados que nosotros, estará buscando una solución, que en su momento oportuno decidió hacerlo de esa manera para poder subsistir y vivir ante esta vida cara. Desgraciadamente (y no por agarrarme de esto) la explotación infantil siempre desde que el mundo es mundo, ha existido.

Entonces no hay que admirarnos de cómo se trata a un niño haciendo trabajos de adulto. No explotemos ideas y agarremos banderas de lo mal que el mundo hace de esto. Y no hay que ver con asombro de ver esta situación como saber que esto apenas existe. Este tipo de programas es de crítica social, ante ideas de otro.

Tendrá su ratos buenos y sus ratos malos, pero creo que ya perdió el enfoque que desde el principio tenia, y se esta convirtiendo en un programa de chisme comercial y consumista. Espero que algún día ellos escuchen a la gente.

El Golpe De La Realidad

El coraje ante la vida. El deseo de seguir existiendo ante la adversidad y seguir adelante. El capricho insano de la inequidad de un sistema corrupto lleno de abusos a beneficios propios. Es el diario de muchos que vivimos trabajando al derecho de ganar algo en mucho tiempo. Tiempo del que no dispondremos de nuestras familias, nos perderemos gran parte de nuestro vida en hacer algo y nunca terminar, solo por un centavo para llevarnos y pagar al cobrador de interés, llevarnos el pan de cada día y seguir creyendo que somos felices con lo poco que ganamos.

Y sobre lo imperdonable que te hacen ver que eres parte de muchos que no tenemos la oportunidad, la voluntad o las ganas de hacer algo diferente. Es tan vil, que te hagan creer que no vales más que para lo que te contratan y que perteneces a un plan de absorción corporativo.

Ya entiendo las voces sordas de algunos que se atreven a gritar ese coraje. Comprendo que es una salida difícil, pero un descanso para el alma. Creo en la oportunidad, y la sigo buscando. Creo en una salida pronta y con respuesta a todas mis dudas. Creo en mí, y en algo que saldrá para detener esta situación de coraje y destierro.

El estado que se guarda la situación de muchos, es esperar y no entregar lo poco que tenemos y seguir peleando por lo caro que esta ya la vida. Y sobre estar ante alguna empresa simplista llena de compromisos inútiles, es ventarles la madre y seguir buscando algo al que le haga sentir valer lo que somos.

¿Cuidarlos te vale?

Hoy me llamó la atención el slogan que esta lanzando el Banco de México en su comercial “cuidarlo se vale” por que según ellos se pueden ser validos los billetes que se nos pueden ser entregados por manos de otros en condiciones de la pinche chingada de rotos. O_O Achís!! Pues creo que el objetivo de todo este asunto es ahorrarse el titipuchal de lana que tienen en perdidas por estar reponiéndolos a cada rato. ¿Pero cual seria el grado optimó de saber que pinche billete vale mas que otro roto? Pues según conocedores de los bolsillos de otros, afirman que los billetes cuentan también con su valor si se rompieron y son reparados con cinta adhesiva transparente (nada de cinta negra y la canelita) si estos están deformados o si están marcados con sellos de banco o empresas, recados, números telefónicos y ventadas de madre. (¿Neta?) Bueno, que no tengan algo así y con contenido tipo religioso, comercial y político. También conocedores tacaños y portadores de centavos, afirman que los billetes impresos de papel tienen una vida útil de ocho meses, ya que se retira de alrededor de 12 porciento cada mes, mientras que los otros de polímero superan los dos años de utilidad. (Y el valor es menos) En fin, esto de cuidarlos (¿dígame quien tiene billetes en este momento guardados y cuidándolos?) se vale, ya por ordenes del jefe. Pero eso no vale cuando me ha pasado y tenga que pagar con uno de ellos, o haber recibido de otro sin darme cuenta y ver que ni siquiera tubo el interés de hacerle a la Macgyver con dicho billete. Pos haber como salimos del asunto, nos vendan la idea y nos hacen ver que somos un país tercermundista. Chingao…ya me fui.