Cierto día de cierto instante, me encontraba hablando con un amigo de sistemas de computación y comentábamos como ha cambiado el aprender a usar una computadora en estos pasados años. Donde discutíamos hasta que punto iba a ser necesario “enseñar computación” en los años venideros. Debo de reconocer que el avance de los procesadores, la salida de Windows 98 y el inminente crecimiento del Internet me llevaran hacer “optimista” en cuanto a ese tema se refiere.
Mi amigo me pregunto al respecto, y le respondí sin dudar que para estos días, los institutos de enseñanza serian cosa del pasado, dado que utilizar una computadora iba ser tan fácil como encender la televisión.
Hoy me encuentro que usar computadoras es casi tan complicado como entonces. Si bien quizás no lidiamos tanto con el IRQ o los incontables “cuelgues” de las versiones anteriores de Windows (lo que significa que ya ni ocurre) la complejidad sigue existiendo.
Entre los virus, spywares, configuraciones de red, problemas de drives, codecs de audio y video, compatibilidad de puertos, reconocimiento de harware y los próximos sistemas operativos, el usuario promedio tiene todavía motivos suficientes para seguir acudiendo a técnicos y profesionales de la enseñanza.
El peor momento de todo esto es cuando el equipo presenta fallas inesperadas justo en el medio de un trabajo importante.
Para colmo, hoy la computadora es 10 veces más necesaria que hace 10 años. Ya no se trata simplemente de una “maquina de escribir moderna” quien hoy recurre a una computadora lo hace por que en ella concentra el núcleo de su trabajo, las comunicaciones y por que no, buena parte de su entretenimiento.
Por eso es imprescindible saber como realizar un correcto mantenimiento a nuestro PC o mejor en el caso, saber usarla.
Windows XP ha logrado grandes avances al respecto y espero que Windows 7 le siga con el ejemplo, pero a la medida que nos sepamos administrar correctamente el software, los problemas nos seguirán esperando a la vuelta de la esquina.
Pero mientras esto ocurra, búsquese al técnico de confianza.
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