De Cuates

Cierto día de cierto instante…

Carlitos: ¡Miren mi dedo! Ya me aburrí de estar sentado en la banqueta ¿Qué vamos hacer?

Elio: ¡Ya se! Hagamos lo del bobo.

Makis: Mejor vamos a pensar que jugar…

Y los tres se miraron no muy convencidos entonando unas muecas.

Mmmm…

Carlitos: Ya se tengo una idíeota. Acabo de inventar un juego con mucho fuego, haber si no la riego.

Elio: Pero si te dicen el jardinero.

Carlitos: Mezclamos una sopa clamato y una pareja de liliputienses en una sartén, los cosemos a fuego lento, y vemos como juntan sus cositas del miedo. El único problema es… ¿Dónde conseguimos a los liliputienses?

Elio: ¿Qué onda con sus ideas extravagantes marca patito?

Makis: Se me ocurrió algo bien chiríndongo para matarnos esta pesadumbre de no saber que hacer. Es así: A una caja de cartón le hacemos muchos hoyitos, por que vamos a meter muchas fotografías. Los hoyitos son para que no se ahoguen las fotografías, vamos amover la caja para arriba y para abajo, para un lado y para el otro. Y vemos si con el jaloneo si tienen bebes las fotografías.

Elio: Sexosa y degenerada como siempre.

Carlitos: Cuallate tu que sabes de la vida si no has amado.

Makis: Cálmate tu hijo único, que se cree escritor de blog en Internet y que nada les parece.

Elio: Perdón que los interrumpa pero ustedes dicen puras estupideces, por que yo si tengo una buena idea.

Carlito: ¿Si? Pos escupe Lupe.

Makis: No, no hagas cochinadas Lupe.

Elio: Me llamo Eleuterio, pero díganme Elio se escucha mas tranquis. Mi juego consiste en conseguir una bola de nacos bien perdedores en la vida pero bien sonrientes. Meterlos en una caja negra para que no nos vean y poder ser anónimos y eh hipócritas, y una vez adentro, reprimirlos y ubicarlos en la vida, diciéndoles sus tristes realidades.

Makis: Nel, por que salimos reprimidos.

Carlitos: Mejor vean mi dedo.